Los científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA utilizaron imágenes satelitales para estudiar la ondas kelvin y poder predecir con mayor certeza las posibilidades de que se genere el fenómeno de El Niño.
“Cuando medimos los niveles del mar usando altímetros en el espacio, no solo vemos la forma y la altura del agua, sino también el movimiento de las olas como Kelvins”. Nadya Vinogradova Shiffer, científica del programa Sentinel-6 de la NASA, en un comunicado, según la BBC.

Las ondas de Kelvin son un precursor potencial que tienen aproximadamente de 5 a 10 centímetros de altura en la superficie del océano y cientos de kilómetros de ancho.

Estas olas han sido detectadas en las últimas semanas transportando aguas cálidas y asociadas a mayores niveles del mar, desde el Pacífico hasta la costa oeste de Sudamérica.
El fenómeno de El Niño
El fenómeno El Niño es un evento climático y oceanográfico que ocurre periódicamente en el Pacífico tropical. Se caracteriza por el calentamiento inusual de las aguas superficiales del océano en la región ecuatorial del Pacífico, cerca de la costa de América del Sur. Este fenómeno puede tener impactos significativos en el clima global, alterando los patrones climáticos y generando condiciones extremas en diferentes partes del mundo.
El nombre “El Niño” proviene del término español que significa “El Niño Jesús” y hace referencia a la aparición de este fenómeno cerca de la época navideña en la costa peruana. El Niño está asociado con la disminución o incluso la reversión de los vientos alisios, que normalmente soplan de este a oeste en la región ecuatorial del Pacífico. Esta alteración de los vientos provoca el debilitamiento o desaparición de la corriente fría de Humboldt, que fluye hacia la superficie desde las profundidades del océano.
Las consecuencias del fenómeno de El Niño pueden ser diversas y varían según la ubicación geográfica. En la región del Pacífico oriental, especialmente a lo largo de la costa de Ecuador y Perú, El Niño puede causar fuertes lluvias y desbordamientos de ríos, provocando inundaciones y deslizamientos de tierra. Además, puede influir en la pesca marina, afectando ecosistemas y poblaciones de especies marinas.
A nivel mundial, El Niño tiene un impacto significativo en los patrones climáticos. Puede alterar la distribución de temperaturas y precipitaciones en diferentes regiones, provocando sequías en algunas áreas y lluvias excesivas en otras. Estos cambios climáticos pueden tener efectos sobre la agricultura, los recursos hídricos, la disponibilidad de alimentos y la salud pública en varias partes del mundo.
Es importante señalar que El Niño no es un evento aislado, sino que forma parte de un ciclo climático más amplio conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS). La fase opuesta de El Niño se conoce como La Niña, que implica un enfriamiento anormal de las aguas superficiales en la región del Pacífico ecuatorial y tiene patrones climáticos y efectos opuestos a los de El Niño.
Los científicos y las agencias meteorológicas monitorean y estudian el fenómeno de El Niño para comprender mejor sus causas, predicción y sus efectos en la sociedad y el medio ambiente.
NASA detecta las ondas que se utilizan para pronosticar el fenómeno de El Niño – Noticias
Los científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA utilizaron imágenes satelitales para estudiar la ondas kelvin y poder predecir con mayor certeza las posibilidades de que se genere el fenómeno de El Niño.
“Cuando medimos los niveles del mar usando altímetros en el espacio, no solo vemos la forma y la altura del agua, sino también el movimiento de las olas como Kelvins”. Nadya Vinogradova Shiffer, científica del programa Sentinel-6 de la NASA, en un comunicado, según la BBC.

Las ondas de Kelvin son un precursor potencial que tienen aproximadamente de 5 a 10 centímetros de altura en la superficie del océano y cientos de kilómetros de ancho.

Estas olas han sido detectadas en las últimas semanas transportando aguas cálidas y asociadas a mayores niveles del mar, desde el Pacífico hasta la costa oeste de Sudamérica.
El fenómeno de El Niño
El fenómeno El Niño es un evento climático y oceanográfico que ocurre periódicamente en el Pacífico tropical. Se caracteriza por el calentamiento inusual de las aguas superficiales del océano en la región ecuatorial del Pacífico, cerca de la costa de América del Sur. Este fenómeno puede tener impactos significativos en el clima global, alterando los patrones climáticos y generando condiciones extremas en diferentes partes del mundo.
El nombre “El Niño” proviene del término español que significa “El Niño Jesús” y hace referencia a la aparición de este fenómeno cerca de la época navideña en la costa peruana. El Niño está asociado con la disminución o incluso la reversión de los vientos alisios, que normalmente soplan de este a oeste en la región ecuatorial del Pacífico. Esta alteración de los vientos provoca el debilitamiento o desaparición de la corriente fría de Humboldt, que fluye hacia la superficie desde las profundidades del océano.
Las consecuencias del fenómeno de El Niño pueden ser diversas y varían según la ubicación geográfica. En la región del Pacífico oriental, especialmente a lo largo de la costa de Ecuador y Perú, El Niño puede causar fuertes lluvias y desbordamientos de ríos, provocando inundaciones y deslizamientos de tierra. Además, puede influir en la pesca marina, afectando ecosistemas y poblaciones de especies marinas.
A nivel mundial, El Niño tiene un impacto significativo en los patrones climáticos. Puede alterar la distribución de temperaturas y precipitaciones en diferentes regiones, provocando sequías en algunas áreas y lluvias excesivas en otras. Estos cambios climáticos pueden tener efectos sobre la agricultura, los recursos hídricos, la disponibilidad de alimentos y la salud pública en varias partes del mundo.
Es importante señalar que El Niño no es un evento aislado, sino que forma parte de un ciclo climático más amplio conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS). La fase opuesta de El Niño se conoce como La Niña, que implica un enfriamiento anormal de las aguas superficiales en la región del Pacífico ecuatorial y tiene patrones climáticos y efectos opuestos a los de El Niño.
Los científicos y las agencias meteorológicas monitorean y estudian el fenómeno de El Niño para comprender mejor sus causas, predicción y sus efectos en la sociedad y el medio ambiente.
NASA detecta las ondas que se utilizan para pronosticar el fenómeno de El Niño – Noticias