“No me llamen ‘expresidente’. Llámenme como mi gente: Pepe”, dijo José Mujica, respetado expresidente de Uruguay, quien así inició su exposición en el Salón de Honor de la Casa Central de la Universidad de Chile realizada el 6 de diciembre en el marco del Segundo Foro de Derechos Humanos. de la Asociación de Universidades del Grupo de Montevideo (AUGM) y el Primer Encuentro Regional sobre Derechos Humanos de la Red del Consorcio de Universidades Estatales de Chile (CUECH).
“Estoy aquí porque estoy gastando los últimos cartuchos que me quedan por un mundo que no voy a ver, luchando por la integración de Nuestra América”, sentenció. Indicó que “soy militante desde los 14 años y hoy tengo 87, pero he logrado algunas cosas como respuestas en mi cabeza: somos animales utópicos”. Destacó que la colaboración es una forma de vida innata del ser humano, por lo que se puede considerar que “la civilización es hija de la cooperación”. En ese sentido, señaló, “la democracia tiene que cultivar el nosotros”.
En la actividad estuvieron presentes las Rectoras de la Universidad de Chile, Rosa Devés Alessandri, y Marisol Durán Santis, Tecnológica Metropolitana (UTEM), junto al Presidente del CUECH y Rector de la Universidad de Valparaíso, Osvaldo Corrales. Asimismo, el Secretario Ejecutivo de la AUGM, Álvaro Rico; la Ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Ríos; el Ministro de Educación, Marco Antonio Ávila; la Subsecretaria de Educación Superior, Verónica Figueroa; y miembros de la amplia comunidad universitaria de la red de universidades públicas.
La rectora Marisol Durán comentó que “el expresidente José Mujica ha sido un invitado de primer nivel del II Foro Interuniversitario de Derechos Humanos. Sus palabras y reflexiones muestran una enorme sabiduría y profundidad, junto con una notable capacidad pedagógica. Agregó: “Por cierto, coincidimos con sus palabras en el sentido de la relevancia de la responsabilidad social de las Universidades”.
Una exposición vibrante
En su discurso, Mujica también se refirió a la crisis climática y la necesidad de un cambio de paradigma como respuesta. “La humanidad se convirtió por primera vez en un agente geológico. Hoy afectamos el equilibrio de la Tierra y necesitamos cambios en nuestra conducta”, dijo, advirtiendo que “sabemos todo lo que hay que hacer; Hace más de 30 años, los científicos de Kioto nos dijeron qué hacer, qué estaba pasando y qué medidas tomar. Por primera vez, el ser humano está cometiendo una atrocidad conscientemente, sabiendo lo que está pasando”. Por eso, dijo, “no hay una crisis ecológica, hay una crisis política. No hemos podido delimitar la civilización que hemos desatado, porque la acumulación es más importante”.
También enfatizó la necesidad de unidad en la región. “Estoy aquí porque estoy gastando los últimos cartuchos que me quedan por un mundo que no voy a ver, y luchando por la integración de nuestra América. No hay masa de población mundial como los que vivimos desde el Río Grande para abajo, que si hablamos despacio, nos entendemos”.
Sobre la lucha social como forma de vida, agregó, “no estoy aquí para hablar solo de democracia como académico, sigo siendo un luchador social y el mundo que tendremos será el mundo que seamos capaces de crear”. y empezar y luchar por ello, pero se necesitan personas comprometidas, que den razón de la existencia de su vida”.
Aunque afirmó que valora profundamente la democracia, enfatizó que este sistema de gobierno “no es perfecto”, pero tiene la ventaja de “garantizar que podemos sacarlo (el gobierno imperfecto), corriendo el riesgo de elegir otro.” Indicó que “es mentira que la gente no se equivoca”, porque “se comen las pastillas como cualquiera, aunque son ellos los que pagan el costo de los errores”. En este sentido, llamó al compromiso con la democracia y el desarrollo de la sociedad, afirmando que al ser humano “no le preocupa que todos paguen impuestos… pero él no quiere pagarlos”. En este sentido, lanzó: “Y cuando metes la mano para cobrar impuestos a los poderosos, Dios mío, cómo se tronzan”.
Un factor que pone en peligro la democracia, dijo, es el intervencionismo de los poderes hegemónicos. “Recordemos la cantidad de golpes de estado por todos lados, el papel de algunas embajadas detrás de estos golpes, son amenazas a la democracia”, y agregó que las sanciones económicas de unos países poderosos a otros “suelen tener un efecto peor que una guerra”. . Declaró con vehemencia: “La democracia no puede apartarse de la autodeterminación”.
Sobre el papel de las universidades en la región, Mujica dijo que “no hay nada más importante que la vida de las universidades, pensada hacia el futuro, pero aquí se está dando la batalla por la inteligencia”. En ese sentido, enfatizó que “la universidad que cuenta es la que eleva la calidad del pueblo al que pertenece. No puede ser una flor de invernadero, un manjar intelectual de un mundo exótico. Es un compromiso con las angustias, con los dolores y las alegrías de su sociedad”.
Aseguró que un hecho significativo de la realidad social es “el papel que juega la cultura subliminal que ha creado el sistema”, y explicó que “un sistema no se sostiene por la cantidad de militares que hay detrás, que lo sostienen, por las fuerzas coercitivas”. Un sistema se sustenta cuando es capaz de generar una cultura subliminal, emocional, que penetra en el conjunto del pueblo y de la gente, que adquiere un comportamiento funcional al propio sistema, y reflexiona: “La sociedad de consumo es una creación de un naturaleza cultural, funcional a la profundidad de los intereses del sistema mismo y está dentro de nosotros”.
Recordó que su generación política pensó que “cambiar las relaciones de producción y distribución conduciría automáticamente” a “tener una mejor humanidad”. Aún así, dijo, “si no cambias la cultura, no cambias nada. No hay batalla más importante que la cultura”.
Reunión con estudiantes
Al día siguiente, miércoles 7 de diciembre, continuaron las actividades en la Casa Central de la Universidad de Chile. José Mujica se reunió con unos 200 estudiantes de las Casas de Estudios Superiores de la Región Metropolitana, en el que retomó su discurso humanista, ambientalista y progresista. Los jóvenes tuvieron la oportunidad de hacer preguntas y, al finalizar el encuentro, ovacionaron al expresidente.
“Tenemos que vivir en una época de la que nadie se enamore. Entonces lo agarran con los jóvenes, que no quieren esto y no quieren lo otro, pero nos tocó vivir una época insípida, que no enamora, que no cultiva la esperanza, y ¿Qué somos los humanos sin sueños, sin esperanzas que nos aprietan? colectivamente para marchar a través de las incertidumbres de la vida?”, dijo Mujica en su presentación.
A pesar de ello, señaló, “ese joven ferviente (que) hoy es un anciano, viene a decirles que no todo está perdido. A pesar de todas las penas, la vida vale la pena si la vida tiene un contenido que nos da una meta para nuestra milagrosa existencia. Y agregó: “La gran pregunta es qué vas a hacer con tu vida. Lo determinan otros, el mercado, o tú tienes algo que ver con el curso de tu existencia”.
Una de las preguntas realizadas por los estudiantes fue la siguiente: “Me preocupa que los jóvenes se pierdan en las aspiraciones individuales sin escuchar colectivamente, ¿qué nos puedes dar de tus recuerdos?”. Mujica respondió que “la característica más notable del sapiens es la capacidad de cooperar; más claro: ir al bar, juntarnos para ir al bar”. Y enfatizó que “hay que combatir la cuota de egoísmo que llevamos dentro, que es saludable porque defendemos nuestra vida y la de nuestros seres queridos, que nos empuja, pero si se exagera es malo”.
“Estuve condenado a la soledad durante muchos años. No se queden solos, únanse, porque no somos una piedra, somos algo que nace y se mueve y siente y sufre y llora y sueña, que tiene esperanzas, que tiene certezas, y necesitamos de otros humanos. seres”, agregó.
Mujica también se refirió al papel de las universidades públicas: “Multiplicar el capital de las universidades latinoamericanas y juntarlas, porque o luchamos por la inteligencia o nos quedamos (…) El tiempo que viene, en el que no voy a vives, pero lo haces, es la era del conocimiento”.
Posteriormente, la Asociación de Universidades del Grupo de Montevideo (AUGM) y la Red Regional del Consorcio de Universidades Estatales de Chile (CUECH), realizaron una Mesa de Trabajo para intercambiar las experiencias de las universidades públicas en materia de promoción de los derechos humanos. .
Por parte de la UTEM participó Víctor Osorio, Director de Relaciones Nacionales e Internacionales, así como Coordinador del Programa de Derechos Humanos y Ciudadanía. En la ocasión, describió la experiencia de la Casa de Estudios, específicamente en las áreas del Tema de Ciudadanía y Derechos Humanos, Vinculación con el Medio Ambiente y la articulación institucional en torno al Consejo Asesor del Programa. “Fue un poderoso espacio de diálogo en un día inspirador”, comentó.
Por Consuelo Moreno. El autor es periodista.
Santiago, 8 de diciembre de 2022.
crónica digital.
“La universidad que cuenta es la que eleva la calidad del pueblo al cual pertenece”